Cuando tenemos en mente movernos por el mundo online, debemos tener claro nuestro objetivo. Si nuestras preferencias son las redes sociales como medio para guardar y compartir detalles y fotos del día a día no se necesita nada más que una dirección de correo electrónico para registrarse, todo lo que hay “detrás” no es influyente. Ahora bien, cuando nos planteamos las plataformas web como una vía de trabajo, un medio para la obtención de beneficios salariales o como una forma de publicitar campañas, eventos, locales o incluso otras páginas web, nos encontramos con algo fundamental para este tipo de movimientos virtuales.
El “Search Engine Optimization” o como resulta más sonado “SEO” tuvo lugar en la década de los 90, cuando comenzó el boom de las Web. En 1996 apareció Google, y a partir de ahí los motores de búsqueda comenzaron a subir escalones a un paso muy avanzado. El posicionamiento del SEO es el proceso de mejora de la visibilidad de un sitio web en los resultados de los buscadores.
Existen unos factores básicos que destacan, entre muchos otros, para posicionar una página:
- La autoridad, o también llamada “popularidad de una web” es lo que más importancia le da el motor de búsqueda y se basa en la experiencia de los usuarios, es decir, cuanto más buscada sea una página, más fácil será encontrarla, adquiriendo posicionamiento hasta aparecer en las primeras sugerencias.
- La relevancia, por el contrario, es la relación que tiene una página frente a una búsqueda, basada en los cientos de factores on-site de la propia página.
- La experiencia del usuario que cuanto mayor sea se entiende que mejor será la calidad del contenido.
- La velocidad de carga es contemplada por varias razones, entre ellas las cuestiones técnicas, ya que, si carga rápido, se ganarán más puntos extra.
- La navegación es también muy importante al igual que la arquitectura de la web, porque ayuda a entender mejor al buscador el contenido de la página.
En cuanto a los grupos en los cuales se puede fragmentar el SEO, nos encontramos con:
- On-site: En este grupo toma vital importancia la relevancia, optimizando así la web para que su contenido sea entendido por el motor de búsqueda, es decir, son las técnicas utilizadas para optimizar una página web. Algunos ejemplos del SEO on-site son el contenido de la web, la optimización de keywords (palabras clave), del código y del formato de las URLs, la estructura interna, el tiempo de carga, las imágenes y la experiencia de los usuarios. Estos factores son los responsables del 90% del éxito de una estrategia SEO.
- Off-site: En este caso se centra más en los factores externos a la página, es decir, lo que no depende de la propia web, como lo son el número y calidad de los enlaces, la presencia en redes sociales, las menciones en los medios locales, la autoridad de la marca y el rendimiento en los resultados de búsqueda, o, dicho de otro modo, el CTR de nuestros resultados en un motor de búsqueda.
Otro punto destacado dentro del gran mundo del SEO, son las “recomendaciones” o “estrategias” del motor de búsqueda, dentro de las cuales nos encontramos con otros tres puntos:
- Black Hat SEO: El black hat es el intento de mejora del posicionamiento en los buscadores, con la ayuda de técnicas poco éticas. Ejemplos de ello son el Cloaking, el Spinning, el SPAM en los foros y en los comentarios de algunos blogs o el Keyword Stuffing. Este método puede generar beneficios a corto plazo, pero se trata de algo arriesgado, puesto que no aporta valor ni continuidad a largo plazo.
- White Hat SEO: Este aspecto recoge aquellas acciones éticamente correctas, que cumplen las directrices de los motores de búsqueda para posicionar una web dentro de los resultados de las búsquedas.
- Grey Hat: En este caso, se trata de los aspectos que se quedan un poco más al margen, es decir, se arriesgan más que los White Hat, pero no tanto como lo hacen los Black Hat.
Todo esto nos lleva siempre al mismo punto de reflexión. ¿Qué hace al SEO tan importante? Bien, pues el SEO es tan importante porque es la herramienta que le otorga a una página utilidad, tanto para los usuarios como para los motores de búsqueda. Para entenderlo mejor, vamos a ver un par de ejemplos:
Para una página específica con 850.000 búsquedas mensuales, supongamos que el primer resultado obtiene 30% de los clics, es decir, que su CTR es del 30%, se obtendrían unas 255.000 visitas al mes. Con una cuota de 0.20€ el clic, se obtendrían unas ganancias de 51.000€/mes.
Veámoslo ahora con un ejemplo más pequeño. En el caso de una página cuyas visitas mensuales rondan las 30.000 al mes, con un 15% de CTR, se quedaría en unas 4.500 visitas mensuales. Con un gasto medio por clic de 0.15€, las ganancias se quedarían en unos 675€ al mes. Aunque puede parecer una cuota relativamente pequeña, la constancia y la perseverancia pueden lograr que las cifras redondeen al primer ejemplo, e incluso subirlo mucho más.
Ahora bien, para poder lograr nuestro objetivo, se necesita ampliar los conocimientos todo lo posible, y es por ello por lo que ahora vamos a mencionar los dos pasos requeridos para el funcionamiento de un motor de búsqueda:
- El rastreo: El rastreo es el recorrido que hace el motor de búsqueda a través de los llamados bots, los cuales se mueven entre las páginas mediante los enlaces. Ese es el motivo fundamental por el cual es necesario que los enlaces de las páginas estén perfectamente diseñados y contengan una buena estructura.
El rastreo comienza con una lista de direcciones web de rastreos anteriores y de sistemas proporcionada por otras páginas. Es muy importante tener un tiempo de carga máximo y un contenido actualizado para que los bots logren rastrear la página.
- La indexación: Las páginas rastreadas por los bots son incluidas en un índice, donde se ordenan según su contenido, autoridad y relevancia, para facilitar su encuentro en el motor de búsqueda.
Hace años, los motores de búsqueda se basaban en el número de veces que se repetía una palabra en una página, pero actualmente se basan en multitud de nuevos aspectos que le proporcionan cierta calidad a la página, como la fecha en la que se ha publicado, si contiene imágenes, vídeos o animaciones, si dispone de micro formatos…
Una vez que las páginas han sido rastreadas e indexadas, actúa el algoritmo. El algoritmo es el proceso informático que decide cuáles serán las páginas que aparecerán primero y cuáles las que las seguirán, en los resultados de los motores de búsqueda. Para ello se basan en los índices y teniendo en cuenta el posicionamiento.